Algunos consejos para escritores noveles

octubre 09, 2020

Tal y como dijo una vez el autor Jesús Fernández Santos, "al escribir proyectas un mundo a tu medida". Con esa filosofía en mente, los escritores materializan un mundo desde cero, su propio mundo, con sus historias y personajes. Si quieres escribir algo, ten por seguro que hay que saber llevar a cabo tal reto, ya que a veces esto puede ocasionar verdaderos quebraderos de cabeza pese a lo sencillo que suena. No será un viaje fácil, pero si te ilusiona tu trabaja será lo más gratificante del mundo. Para mí ha sido una experiencia inolvidable y he podido aprender mucho a la hora de proyectar ese mundo a mi medida. Es por ello que quiero contaros algunos consejos sacados a partir de mi propia experiencia, para ayudar a toda persona que quiera embarcarse en la aventura de todo escritor:

~ ¿Cómo empezar? ~


Desde mi punto de vista,
comenzar es la parte más complicada a la que se enfrenta cualquier escritor por lo abrumador que es. El inicio de una historia tiene que ser contundente, exponiendo lo principal de tu historia y dando las primeras pinceladas de lo que será el hilo conductor que motive al resto del libro. A su vez, debe ser interesante para captar a un nuevo lector y mantenerlo enganchado hasta el final.

Estuve dándole muchas vueltas al principio de Nao durante semanas enteras. No sabía cómo enfocar este primer capítulo y descarté muchas cosas hasta conseguir el resultado actual. Aunque se tenga una idea clara, puede ser complicado encontrar las palabras adecuadas para expresarlas, sobre todo cuando empiezas.

Lo que hice fue imaginarme el mundo de Nao como si estuviera allí, o más bien, como si estuviera viendo una película. Yo como espectador, quiero saber dónde estoy y por qué estoy ahí. Si eres capaz de responder a estas dos cuestiones, el resto será más o menos sencillo. En mi caso, decidí describir un lugar y a un personaje haciendo cosas normales y corrientes, como la vida misma. No es necesario que el comienzo de un libro esté lleno de acción a raudales o de acontecimientos increíbles, tan solo necesitarás un contexto con el que dar los primeros pasos. Describe tu mundo y presenta a alguien importante para la historia, después todo irá saliendo solo.

~ Cada palabra que escribas, te acerca al final ~



Después de escribir el principio, me pregunté a dónde quería llegar. Desde que puse las primeras palabras de Nao, tenía muy claro cuál sería su final y lo que significaría. Es por ello que como consejo os podría recomendar que sepáis lo que será el inicio y el final de la historia, todo lo del medio se irá construyendo a partir de estos dos pilares.

Conociendo la conclusión de antemano, pude meter detalles y referencias que tan solo se entenderían una vez se llegue al desenlace. Será más fácil conducir una trama si conoces el camino, pero hay que andarse con ojo y ser pacientes. Puede que tengas esta idea general de a dónde quieres ir a parar, no obstante, es indispensable tomárselo con calma y sembrar el eje de la historia que lo conecte todo. La mundialmente famosa J.K. Rowling por ejemplo ya lo hizo en su momento. Desde que ella escribió Harry Potter y la Piedra Filosofal, tenía en mente el final de esta aventura (lo que años después se convertiría en el epílogo de Las Reliquias de la Muerte). Yo también quise seguir un planteamiento parecido redactando parte del final antes de haber llegado hasta ahí, pero recuerda no enfocarte tan solo en el final: cuenta la historia al ritmo que necesites, ya llegarás a ese punto cuando sientas que estés preparado.

~ Se flexible, no tengas miedo de los cambios ~



A medida que pasaban los capítulos, en ocasiones se me ocurrían nuevas ideas relacionados con acontecimientos ya escritos. Seguro que esto le pasa a muchas personas, y no es algo precisamente malo. Revisa muy de vez en cuando todo lo que ya tengas. Si se te ocurre algo nuevo, no lo descartes directamente, apúntalo en un lugar a parte para volver al tema en otro momento e intentar añadirlo posteriormente.

Con Nao, me venían las ideas de tal manera que podía ser algo caótico. Aunque lo llegué a terminar antes de lo previsto, sentía que me faltaban algunos aspectos que me hubiera gustado contar y no hice en su momento. Si esto te ocurre: tranquilidad. Que no te de miedo ir hacia atrás en vez de adelante, en muchos casos esto es algo bueno y si se hace bien, solo vas a conseguir enriquecer la trama. Incluso en un momento dado, replanteé varios capítulos enteros por añadir algo que se me ocurrió más tarde. Se puede hacer, pero se paciente. Nadie es perfecto, así que ten en mente que los cambios serán necesarios.

Esto también se podrá poner en práctica con personajes. ¿Te suena mal algún nombre? ¿Quieres cambiar algo de su descripción o de su forma de ser? ¿Te gustaría que alguien secundario tuviera más relevancia en la trama? Pues añade cosas y haz los cambios necesarios para que tu visión se plasme, no te cortes y no te sientas mal por ello. Cada decisión cuenta. Mejor tarde que nunca, ¿no?

~ No te preocupes por la duración ~



¿Y si quiero que mi libro tenga 1000 páginas? ¿O quiero que sea de un grosor considerable? Son preguntas que inevitablemente me hice en un momento dado. Para esto lo tengo claro: no os preocupéis. Simplemente, escribe lo que tengas que escribir, ni más ni menos.

Una novela, al igual que una película o serie, no es mejor o peor según su duración. A veces podrás escribir más y otras mucho menos, pero eso no es un motivo de peso para desanimarse. Tu historia puede ser larga, aunque también podría ser corta e igual de entretenida. Solo dependerá de ti, no de lo que quieras que llegue a ser. Sea lo que sea, nunca intentes alargar la historia con tal de llegar a un máximo o un mínimo de páginas. Llegarás al punto y final cuando estés satisfecho con lo que has creado.

Un libro no se finaliza hasta que tú lo decides. Nao fue creciendo conforme iban pasando los capítulos, pero puedo afirmar que nunca le hice caso al número de páginas que llevaba. Si sabes que ya tienes la conclusión que querías, no sigas y quédate con lo que tienes. Ah, y si se te ocurre alguna idea para una segunda parte, una tercera o incluso una saga entera, adelante. Pero procura que sean secuelas naturales, no fuerces la historia para que dure más.

~ Conecta con los demás ~



Un escritor novel se enfrenta a algo totalmente desconocido y que puede dar miedo: hacer visible tu historia para conseguir que muchos más lectores la tengan en cuenta y se animen a leerlo. A no ser que ya seas una persona famosilla en el mundillo, tendrás que conectar con el máximo número de gente posible, y para empezar, estos pueden ser tu propia familia y tus amigos.

Nunca vas a estar solo, ellos pueden jugar un factor clave durante el desarrollo del libro y en mi caso sí que lo fueron. Ellos te darán un soporte que siempre está ahí, podrás pedirles opinión y que te hagan las primeras críticas. Yo por ejemplo, mantuve en secreto la elaboración de Nao hasta que lo anuncié de manera oficial, pero en mi casa ya lo sabíamos todos y mi padre fue la primera persona que se leyó la primera copia oficial de principio a fin. Nunca lo hizo con mala intención, pero él sacaba a relucir todos los fallos que encontraba y lo mejorable, contrastando esta información con todo lo bueno. Su opinión fue decisiva, ya que gracias a sus palabras pude arreglar a tiempo algunos puntos para hacer un poco mejor el producto final.

Habla con tu editorial, contacta con ellos y hazle un sin fin de preguntas, todas las que sean necesarias. A saber cuántos correos les mandé a los míos en total, a día de hoy todavía sigo contactando con ellos por alguna que otra duda. Háblales al igual que hablarías con un conocido, pues ellos también te podrán guiar y asesorar cuando más lo necesites.

Jamás te vengas abajo, si necesitas ayuda que no te de vergüenza pedirla. Alguien te podrá tender una mano y darte una idea decisiva.

¿Y si te bloqueas? No dudes en salir a la calle (si no hay una pandemia de por medio, referencia a 2020). Si no sabes qué escribir, darle demasiadas vueltas solo conseguirá que aborrezcas tu propio trabajo. Disfruta de la compañía de tu familia y amigos, lee algo que te guste, estudia, haz deporte, duerme o juega a videojuegos. No te encierres en tu cuarto para escribir tan solo el libro de tus sueños día tras día. Cambiar de aires con otras personas de confianza viene bien para despejarte, y a saber de dónde puede venir la inspiración. Y esto me lleva al último punto que quiero comentar...

~ Disfruta de tu historia ~



Lo cierto es que con Nao he sentido de todo. Mientras escribía, había momentos en los que me reía, me enfadaba o me sorprendía yo mismo. Es la magia de escribir, que aunque ya sepas todo sobre tu propio libro, lo vas a disfrutar como un lector más llegando a límites insospechados.

Intenta tomártelo como lo que se supone que es: un hobbie o afición que sirve para disfrutar, y eso lo puedes hacer tanto tú como aquellos que te lean. Pásalo bien durante este viaje, eso se notará en tu forma de escribir. No es lo mismo hacer un trabajo obligatorio que hacerlo porque te plazca, porque deseas compartir tu universo con el resto del mundo. Si no te complace tu propio trabajo, ¿quién lo va a hacer?

El resto es historia, todo dependerá de ti mismo. Este es mi caso, y os puedo asegurar que ha sido genial crear Nao y soñar con su aventura.

¡Jaane mis queridos lectores!

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